El Estado mexicano está obligado a garantizar el acceso al agua potable.
Habitantes de asentamientos populares tienen dificultades para recibir el líquido.
Más de diez millones de mexicanos sin acceso al abasto de agua.
Urge implementar medidas alternativas como captar el agua de lluvia.
En el marco del confinamiento por la pandemia del Covid-19, en necesario que el gobierno federal garantice el acceso al agua para consumo humano, así lo afirmó la Confederación Nacional de Profesionistas y Jóvenes de México (Conapro).
Su presidente, Silvio Octavio García Rodríguez explicó que el Estado mexicano está obligada a hacer efectivo el principio internacional de los derechos humanos sobre el acceso al agua potable y la salud.
“Los principales instituciones de la salud, como la Organizacion Mundial de la Salud (OMS) o la Organización Panamericana de la Salud (OPS), recomiendan lavase de manera constante en manos, acción que impide la propagación del virus entre la población, en este sentido el gobierno federal debe garantizar el abasto del líquido”, explicó.
El ingeniero subrayó que los habitantes de asentamientos populares tienen dificultades al aplicar las medidas sanitarias básicas para frenar el virus, ya que tienen nulo o deficiente acceso al abasto de agua potable o químicos para sanitizarse.
“De acuerdo con información oficial, la cobertura de acceso a los servicios de agua entubada abarca el 95.3 por ciento de la población. Si bien es un porcentaje alto, esta cifra excluye a más de diez millones de mexicanos y no contempla que en muchas comunidades con agua corriente el servicio no es constante, suficiente, salubre, aceptable o asequible”, dijo.
Con estas condiciones, “las autoridades vulneran a más de 10 millones de personas en su derechos de habitar una vivienda adecuada que les permita desarrollarse de forma salubre ante pandemias, tal como la que atravesamos actualmente. El inexistente sistema de saneamiento básico en estas comunidades resulta en graves riesgos para la salud”.
El también académico recordó que la Agenda 2030 —que el gobierno mexicano suscribió con autoridades de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)— exige a los países miembros, garantizar el acceso al agua entre sus objetivos sobre Desarrollo Sustentable.
García Rodríguez recomendó a la titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Blanca Jiménez Cisneros, y al de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Jorge Arganis Díaz Leal, implementar medidas alternativas para que las personas vulnerables acceden a sus derechos fundamentales.
“Hoy en día es posible y muy económico aprovechar el agua de lluvia; con un trabajo horizontal y en conjunto con aquellos vecinos de los asentamientos más modestos del país y grupos de jóvenes voluntarios, como los universitarios.
“El impacto de instalar ocho sistemas de captación de agua de lluvia es de 13 mil litros de lluvia captados por familia al año. Esto a su vez se subdivide en 80 litros diarios de agua durante la temporada más húmeda, además de 2,200 litros más de almacenamiento por familia.
“Es decir, en situaciones como la pandemia actual del Covid-19 el impacto de captar agua de lluvia significaría la oportunidad de sumarse a recomendaciones que los pondrían a salvo. Esto sin dejar de exigir y denunciar la falta de servicios básicos como agua potable que garantice el cumplimiento de los derechos de las familias de las comunidades que hoy se ve doblemente violentado”, explicó.