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Foto del escritorredcomarcamx

Una preciosa puerta se abrió cuando menos lo esperaba

Quiero contarles algo. Hace algunas semanas decidí alejarme un poco de las redes sociales porque tenía una crisis existencial y necesitaba silencio para ponerme en orden. ¿Yo en orden? Pues es difícil pero seguí mi instinto más primitivo que era NO HACER NADA. Parecería una pérdida de tiempo, de hecho seguro hubo quien pensó que estaba desperdiciando mi vida viéndola pasar, pero no quise dar mayor explicación que “es que no sé qué hacer”. Obvio los consejos (todos invaluables y desde el cariño) no se dejaron esperar. Pero no tomaba una decisión. Ahora les puedo decir que sentía que tenía que escoger entre mi pasión, que es escribir y mi amor, que es trabajar con Tostada, porque soy consciente que no soy una persona “multitask”. Soy cero disciplinada para organizar mis tiempos, no soy emprendedora, soy muy responsable pero no tengo el carácter de aventarme al vacío de la aventura y eso no es ni bueno ni malo, simplemente así es. Justo cuando peor estaba en mi crisis, pensé “no decidas nada, solo escucha”. De pronto, sin pedirlo, se abrió una puerta que nunca había tocado, casi vino a mi solita una enorme oportunidad de trabajar con Tostada en una fundación que se llama “La Gaviota”. Es una institución de asistencia privada que da rehabilitación y educación preescolar integral e inclusiva a niños de escasos recursos económicos que padecen múltiples discapacidades. Estaba muerta de miedo, ¿yo sola con Tostada? Pero dije que sí, me dejé llevar por mis intuición y llevo ya varias semanas de estar trabajando con niños maravillosos y sus maestros y terapeutas y estoy aprendiendo muchísimo. De ellos, de mi, de Tostada...

Y así fue cómo, cuando dejé de presionarme y solo dejé que las cosas se abrieran ante mi, decidí que por el momento me dedicaré a mi gran amor y tendré una aventura con mi pasión de vez en cuando (sin jamás abandonarla).

Ténganme paciencia, seguiré escribiendo, pero por ahora, estoy dejándome ser feliz con lo que la vida me dio. Una puerta de oro.



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