Tyson Fury, el actual campeón lineal de peso pesado del Consejo Mundial de Boxeo, participó en un emocionante combate de exhibición no titular en el Boulevard Hall de Riad, Arabia Saudita, este sábado, enfrentando al expeleador de UFC, Francis Ngannou. En una decisión dividida, los jueces otorgaron puntuaciones de 95-94 a favor de Ngannou, 96-93 y 95-94 a favor de Fury.
El resultado generó controversia entre los seguidores del combate, ya que muchos consideraron que Ngannou merecía la victoria, especialmente después de derribar a Fury con un golpe a la cabeza en el tercer asalto. Sin embargo, el campeón Fury demostró su coraje y determinación al recuperarse y retomar el control del combate.
Fury comentó sobre el derribo: "Recibí un golpe en la parte posterior de la cabeza que me hizo caer, pero me levanté y continué con mi estilo de boxeo".
Este enfrentamiento, conocido como "Rumble in Riyadh", reunió a dos de los mejores pesos pesados en sus respectivos deportes, a pesar de que no estaba en juego el título de peso pesado de Fury. Tyson Fury, de 35 años y con un récord de 33-0-1 y 24 KOs, originario de Manchester, Inglaterra, venía de dos victorias por nocaut en sus peleas anteriores.
Fury logró una victoria ajustada en una decisión que se definió por un margen estrecho en las tarjetas de puntuación de los jueces. Ngannou demostró ser un rival formidable, manteniendo el ritmo de Fury durante toda la pelea, presionándolo y conectando varios golpes, aunque al final parecía mostrar signos de fatiga. A los ojos de dos de los tres jueces en el cuadrilátero, Fury logró conectar lo suficiente para mantenerse invicto en el ring.
Después del combate, Ngannou reconoció: "Mi preparación se limitó a solo tres meses y medio, y además llegué con una lesión. Pero no quiero hacer excusas. Estoy comprometido a analizar lo que puedo mejorar en mi estilo de pelea y regresar aún más fuerte".
Fury, por su parte, elogió a su oponente: "Es un boxeador excepcional y superó nuestras expectativas. Su enfoque en el ring fue inusual; no se lanzaba al ataque y esperaba mis movimientos. Sin duda, este ha sido uno de los combates más duros de mis últimos diez años".