Por: Manuel González
La elección de Juzgadores por medio del voto en realidad es un truco para que el Poder Ejecutivo absorba al Judicial: Las elecciones en las urnas serán una farsa y una burla gigantesca, pues ya todos los candidatos estarán preseleccionados en forma absoluta por el partido dominante en el Congreso.
13 años lleva en Bolivia esta reforma, 13 años evaluando este experimento de elegir Jueces, Ministros y Magistrados; al momento van dos generaciones de funcionarios judiciales surgidos de las urnas.
En Bolivia hoy preguntas a cualquier ciudadano sobre la reforma judicial que se aplicó en 2009, y de forma unánime te dirían que el proceso ha fracasado.
¿Cómo es el proceso? Se presentan candidatos (tienen que ser abogados), se hace una lista bastante extensa, y esa lista pasa a una comisión de la Asamblea Legislativa Plurinacional, la comisión dictamina y por mayoría calificada de la comisión se hace una preselección, luego se vota en el pleno por 2/3 partes y confecciona una lista filtrada de candidatos que es la que aparece en la boleta.
Obviamente de la calidad y capacidad de los jueces ni hablar: jueces mediocres, grises, ignorantes y timoratos, porque el partido al mando necesita jueces con baja perfil, sin prestigio, sin reputación que defender para poder controlarlos.
¿Por qué el sistema de elección es un fracaso? Los candidatos para empezar. no hacen campaña… entonces el ciudadano abre la boleta y no conoce a nadie. En la práctica, lo más grave es que la preselección que la realizó en las 2 ocasiones el Congreso dominante en Bolivia, es decir, el partido de Evo Morales. Cuando las listas de candidatos llegan a las urnas, no importa quién elija el ciudadano, todos, todos serán jueces impuestos en la preselección por el partido dominante con su mayoría calificada. Ministros, Magistrados y Jueces totalmente sometidos al Poder Ejecutivo con base en la preselección realizada previamente en el Congreso.
En Bolivia el partido de Evo Morales tenía una mayoría amplísima, similar a la de Sheinbaum ahorita; es decir, una preselección hecha por el partido dominante porque tenían mayoría calificada en el congreso, y en la elección de jueces de Bolivia en 2011 y 2017… Evo tenía esa mayoría. Y, cuando haces una elección de jueces y la población escucha y hace por consigna lo que el presidente dice, el resultado es una farsa, una simulación de elecciones directas de juzgadores, donde en realidad ya todos los candidato y candidatas fueron decididos desde el legislativo.
En el caso de Bolivia, en sus dos procesos electorales del poder judicial el 90% de los jueces eran, por llamarlos de algún modo, “evistas”: leales a Evo Morales, y a la oposición sólo les dejaron las migajas, es decir, el 10 por ciento de los candidatos. Entonces, dicho mecanismo de preselección rompe el equilibrio de poderes, con la división de poderes, y deriva en una farsa, que es la elección en las urnas.
Datos duros
En la elección de 2011, 6 de cada 10 bolivianos anularon su voto, entonces jueces elegidos por cantidades mínimas quedaron electos…. En sentido estricto, en Bolivia hay jueces electos con 60 por ciento de rechazo, eso fue en 2011. Ya en 2017, luego de casi 10 años de vigencia de la ley el rechazo se incrementó la 66 por ciento.
Ahorita ya no hay mayoría calificada en el congreso, porque se dividió el partido que apoyaba a Evo Morales, y eso generó que el congreso no se pusiera de acuerdo y entonces la elección de jueces (que ya tocaba) tuvo que ser prorrogada, generando una grave crisis constitucional y de gobernabilidad.
Por todo lo anterior y por muchas cosas más, es que me atreva a decir, que la Reforma Judicial de López Obrador, es un vil engaño que pone en riesgo todas nuestras libertades y derechos contemplados en nuestra Constitución, de ahí, que sea vital detenerla.