Round Cero
Aquiles Castañeda Böhmer
Es tan simple como eso, moverte para cualquier lado en medio de una situación como la que genera la pandemia de coronavirus representará pérdidas. Si no ordenas el cierre de lugares públicos expones a la gente a enfermar y en grados extremos a morir; si ordenas su cierre temporal, un día o dos, dos semanas o cuatro, ese periodo de tiempo afectará sin duda la estabilidad financiera de las personas y de los hogares.
Hay costos medibles, pero muchos que son difíciles y casi imposibles de cuantificar con exactitud. Se pierden empleos, pues los negocios no venden, no generan y tampoco tienen con qué pagar a sus empleados; recortes, precios elevados en algunos insumos, supermercados vacíos por el miedo y en general, una crisis de magnitud y extensión incalculable.
Ya lo estamos sintiendo, también el deporte y todo lo que está en su entorno; aquí me quiero enfocar. Sí, las situaciones críticas generan manifestaciones positivas apreciables; las redes sociales no solamente se inundaron de noticias falsas, de memes graciosos, o de información parcialmente verídica; también hay muchas personas manifestando su voluntad de generar fuerza en la unión. Cuando un negocio cierra temporalmente, unos pierden más que otros, en el boxeo pasa igual; los grandes peleadores dejarán de ganar millones, los de en medio miles, pero bajando por esa cadena, habrá muchos otros que no tengan por lo menos los recursos mínimos para hacer frente a los gastos de los que depende su vida; no es una exageración, habrá quienes no obtengan, por lo menos, dinero para comer. En un país como México, las personas en esta situación serán mayoría. Hace algunas semanas tuve la posibilidad de ir a un evento de boxeo en Iztacalco, en la Ciudad de México, lo organizó un buen amigo, se trata de su propio proyecto de emprendimiento. En el evento hubo ocho peleas, lo que significa que dieciséis peleadores tuvieron un ingreso, mínimo pero todo dinero suma. Entrenadores, réferi, anunciador y edecanes; el que graba el video y lo pone en redes, quien renta el ring, quien vende las aguas y las frituras, esa tarde de domingo mucha gente generó dinero de un evento modesto. Es probable que estemos tan enfocados en las pérdidas multimillonarias de los multimillonarios y que los que tenemos la fortuna de “capotear el temporal”, perdamos el enfoque en temas que son plenamente intrascendentes. Un deporte como el boxeo mantiene su raíz ahí, en esos eventos y en los gimnasios modestos, no en las mega funciones de Las Vegas y Nueva York. Cuando todo termine (y ojalá sea pronto), tendremos que dedicar mucha voluntad y acompañarla de acciones para que las bases de este deporte al que amamos sigan tan vivas como antes de la declaración de la pandemia. En medio de una situación de crisis, los mexicanos siempre damos muestras de una solidaridad inigualable; demos todo lo que tengamos a la mano, para que tan pronto integremos a nuestro anecdotario otra crisis resuelta, las bases de este deporte al que amamos permanezcan vivas. Que el boxeo sea otra vez un referente de humanidad y que esté ahí para generar niños más sanos y una sociedad más limpia.