· Autoridades del sector salud, encabezadas por el secretario Jorge Alcocer Varela, conmemoraron el Día Mundial del Riñón.
· Se deben adoptar hábitos como el consumo de agua potable, ejercicio regular y reducción del consumo de sal y de alimentos ultraprocesados.
En el marco de la conmemoración del Día Mundial del Riñón, el secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, se pronunció por impulsar una estrategia nacional que haga frente a este problema de salud, con la premisa fundamental de que se centre en el paciente y se base en la prevención, así como la creación de un registro nacional de pacientes con enfermedad renal, para tener un mapa real de la enfermedad en cada región de nuestro país y enfocar los esfuerzos donde más falta hace.
En la ceremonia realizada en el auditorio del Instituto Nacional de Medicina Genómica (INMEGEN), este año con el lema: la salud renal para todos en todas partes, desde la prevención hasta la detección y el acceso equitativo de la atención, Alcocer Varela señaló que este lema debería decir “salud renal para todas y todos, en todas partes”, porque hay una gran cantidad de mujeres que tienen necesidad de sustituir su función renal.
Señaló que la enfermedad renal no respeta género, edad, ideología o condición social, sus consecuencias son devastadoras para el paciente, su familia e incluso para el sistema de salud de un país: “Necesitamos garantizar un acceso equitativo a los servicios de salud, principalmente en las comunidades en donde más se resiente la carga de la enfermedad renal, tanto en sus causas como en su tratamiento”, dijo tras reiterar el compromiso del Gobierno de México “de lograr gradualmente la atención gratuita y universal para los mexicanos, incluyendo la atención al daño renal crónico; el reto es grande, pero lo lograremos con la participación de todos”.
Alcocer Varela consideró fundamental la participación de la comunidad para implementar buenos hábitos de salud que deben ser adoptados sin excepción, como consumo suficiente de agua potable, ejercicio regular, evitar el sobrepeso y obesidad, reducir el consumo de sal y de alimentos ultraprocesados o con aditivos de fosfato, así como de bebidas azucaradas, tabaco y, en la medida de lo posible, antiinflamatorios.
Ante representantes del sector salud, sostuvo que la prevención, junto con la medición de la presión arterial, la química sanguínea y el examen general de orina, son piezas claves en el diagnóstico temprano para evitar enfermedades renales, sobre todo en pacientes con otros padecimientos subyacentes.
Asimismo, resaltó la necesidad de establecer una política universal de donación y trasplantes, para garantizar la trazabilidad, destino y funcionalidad de cada órgano; desde su donación, su adecuada procuración, el trasplante y su seguimiento posterior, para evitar el rechazo.
Por su parte, el titular del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece), Ruy López Ridaura, se refirió a las acciones para impulsar los modelos de atención que se llevan a cabo desde el Instituto de Salud para el Bienestar, a fin de reforzar la detección y tratamiento temprano desde el primer nivel de atención, que incluyan la armonización del tratamiento, capacitación de personal, así como aumentar la capacidad de pruebas de laboratorio.
Recalcó que es necesario reforzar la prevención y enfocarse en la parte de tratamiento para crear modelos más eficientes costo-efectivos que puedan llegar al total de la población que lo requiere.
En su intervención, el titular de la Unidad de Análisis Económico de la Secretaría de Salud, Marco Cantero Cortés, indicó que es indispensable fomentar la cultura de la donación de órganos, ya que por cada peso que se invierta en la realización de un trasplante de donador vivo o cadavérico, se logra un retorno a la economía nacional de 1.5 pesos.
En su oportunidad, el director general del Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra), Salvador Aburto Morales, alertó que actualmente hay 16 mil 814 pacientes con insuficiencia renal que han podido llegar a una institución de tercer nivel de atención médica; sin embargo, hay un subregistro de más 200 mil enfermos renales en etapa cinco que recurren a terapia de sustitución, ya sea con diálisis o hemodiálisis.